Hierba Vetiver: la solución verde para la conservación del suelo y la fitorremediación
Autor: Victor Campanate - Data: 23/05/2024
La hierba vetiver, conocida científicamente como Chrysopogon zizanioides, se utiliza mucho en proyectos de irrigación y conservación del suelo debido a sus notables propiedades. Posee un sistema radicular profundo y densamente fasciculado que puede alcanzar hasta cinco metros de profundidad, lo que la hace eficaz para estabilizar el suelo y evitar la erosión.

Además, la hierba vetiver es muy tolerante a condiciones climáticas extremas, variaciones del pH del suelo e incluso altos niveles de salinidad y metales pesados. Estas características la convierten en una excelente opción para la fitorremediación, que es el uso de plantas para eliminar, transferir, estabilizar y/o destruir contaminantes en el suelo y el agua.
En el contexto del riego, la hierba vetiver ayuda a conservar la humedad y a ciclar los nutrientes, protegiendo y facilitando el crecimiento de otros cultivos. Su cultivo se recomienda para regiones subtropicales con temperaturas en torno a los 25°C, libres de heladas, y con precipitaciones regulares o riego controlado3.
La hierba vetiver también es conocida por su capacidad para absorber grandes cantidades de agua en condiciones húmedas, lo que contribuye al control de las aguas residuales y contaminadas, convirtiéndola en una solución respetuosa con el medio ambiente. Debido a estas extraordinarias características morfológicas y fisiológicas, la hierba vetiver se ha utilizado con éxito en la rehabilitación de terrenos contaminados y residuos industriales sólidos en varios países.
Véase también:
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