20 de marzo: Celebración del Día Mundial de la Agricultura
Autor: André Guilherme Rego - Data: 11/03/2025
El 20 de marzo celebramos el Día Mundial de la Agricultura, una fecha dedicada a reconocer y agradecer la incansable labor de los productores rurales. La agricultura es fundamental para la humanidad porque a través de ella obtenemos alimentos, materias primas para la confección, medicamentos, energía y otros recursos esenciales. En Brasil, la agricultura es un pilar vital de la economía, genera empleo, garantiza la seguridad alimentaria e impulsa el desarrollo económico del país.
Además de celebrar los logros del sector, esta fecha también nos invita a reflexionar sobre los retos a los que se enfrentan los agricultores. El cambio climático, la degradación del medio ambiente, la escasez de recursos financieros y la necesidad de innovación tecnológica son cuestiones acuciantes que afectan al sector agrícola. Comprender el panorama agrícola actual es esencial para reconocer la importancia de las inversiones sostenibles y las prácticas innovadoras.
Brasil y la gestión de los recursos hídricos
Brasil posee alrededor del 12% del agua dulce disponible en el planeta, lo que supone una ventaja considerable en comparación con otros continentes como Europa (7%) y África (10%). Sin embargo, el país aún se enfrenta a importantes retos en la gestión y conservación de esta preciada agua. La necesidad de políticas públicas sostenibles para gestionar los recursos hídricos es cada vez más urgente, especialmente en un contexto global de fenómenos climáticos extremos.
En la agricultura, el cambio climático ha provocado periodos prolongados de sequía seguidos de lluvias intensas y concentradas, perjudicando la productividad agrícola y desequilibrando los ecosistemas. Aunque la agricultura consume grandes volúmenes de agua, el regadío, una de las prácticas más utilizadas, ayuda a mitigar los impactos de estos fenómenos, ya que gran parte del agua utilizada vuelve al medio ambiente a través de la transpiración de las plantas.
El riego: una herramienta esencial para la agricultura
El riego es una práctica agrícola esencial cuyo objetivo es compensar las deficiencias de agua de las plantas. Según el Atlas del Riego, se trata de un conjunto de técnicas y equipos para garantizar que los cultivos reciban la cantidad de agua necesaria, especialmente en periodos de sequía o cuando las precipitaciones son insuficientes.
Independientemente del sistema de riego adoptado, el objetivo principal es suministrar agua de forma controlada y eficiente, permitiendo a las plantas crecer en condiciones adversas. La planificación del riego tiene en cuenta la demanda de agua de cada cultivo y cómo varía a lo largo del ciclo de desarrollo de la planta, según las condiciones climáticas locales.
Los beneficios del riego para la agricultura
El regadío ofrece una serie de beneficios, no sólo para los agricultores, sino también para la sociedad en su conjunto. Contribuye a la seguridad alimentaria, además de promover la sostenibilidad económica y social. A continuación destacamos algunos de los principales beneficios de esta práctica:
Reducir el riesgo de sequía
El riego es una solución eficaz para combatir los efectos de la sequía. En regiones con precipitaciones irregulares o patrones climáticos impredecibles, el riego permite a los agricultores seguir cultivando sus tierras, garantizando la producción de alimentos independientemente de las condiciones meteorológicas.
Diversificación de cultivos
El acceso al riego amplía las posibilidades de cultivo, permitiendo a los agricultores elegir diferentes tipos de cultivos, incluso en zonas donde el clima no los favorecería de forma natural. Esto contribuye a una mayor diversidad de productos agrícolas y a un uso más eficiente de la tierra.
Producir alimentos de mejor calidad
El riego controlado permite ajustar la humedad del suelo en función de las necesidades de las plantas, lo que se traduce en productos agrícolas de mejor calidad. También reduce el estrés hídrico, un factor que puede provocar enfermedades en las plantas y comprometer la calidad de los productos.
Mayor eficiencia en el uso del agua
Los sistemas de riego modernos están diseñados para suministrar agua directamente a las raíces de las plantas, reduciendo el desperdicio por evaporación o escorrentía superficial. Este uso eficiente de los recursos hídricos es crucial, especialmente en regiones con escasez de agua.
Estabilidad económica
El regadío contribuye a la estabilidad económica de los agricultores, ya que garantiza una producción más predecible y estable, reduciendo las fluctuaciones del mercado. Esto se traduce en una mayor seguridad financiera tanto para los productores como para los consumidores.

El Día Mundial de la Agricultura es un momento para celebrar los logros del sector y reflexionar sobre los retos que aún quedan por superar. El riego desempeña un papel crucial en la agricultura moderna, contribuyendo a garantizar una producción sostenible y de calidad, incluso en condiciones climáticas difíciles. El uso inteligente y estratégico del agua, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas eficientes, será decisivo para el futuro de la agricultura y la seguridad alimentaria mundial.
Fontes:
Día Mundial de la Agricultura: homenaje al productor rural
20 de marzo - Día Mundial de la Agricultura: entender la importancia del crédito en el sector
Día Mundial del Agua: la agroindustria paulista lanzará un plan de riego agrícola
Agricultura y riego: cómo funciona y su importancia
Véase también:
Desenrola Rural: Un nuevo programa beneficiará a cerca de un millón de agricultores
Día Mundial del Agua: Reflexiones sobre la sostenibilidad del agua
El riego solar promete impulsar la agricultura familiar en Brasil
Drones pulverizadores: una revolución en el uso del agua en la agricultura
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