La influencia del riego en la fruticultura
Autor: Marcos Faustino - Data: 28/06/2023
Al igual que otros tipos de plantas, los árboles también pueden y deben recibir sistemas de riego, especialmente los huertos de árboles frutales. El agua, que es vital para todos los seres vivos, es extremadamente importante en el desarrollo también de los árboles, especialmente aquellos que dan fruto, porque para que haya una buena formación y producción de árboles, es indispensable cuidar su mantenimiento.
De grano en grano: Las fases de riego en la formación del huerto
Las fases del huerto se pueden dividir en 3: Fase de siembra, Fase fisiológica (en la formación del fruto) y fase posterior a la cosecha.
Fase de plantación
En la fase de siembra, es importante que se redoblen los cuidados, evitando que la planta muera o sufra daños, ya que, debido a que aún se está germinando, es una fase de gran vulnerabilidad. Es importante, además del riego, tener los cuidados necesarios para que todo salga bien, pero el riego no debe dejarse de lado, es un procedimiento fundamental para evitar la muerte del fruto.
Fase fisiológica
En la fase fisiológica, como el crecimiento de ramas, frutos y brotes, los árboles frutales son sensibles al estrés hídrico. En esta fase, la multiplicación celular de la planta aumenta, lo que puede afectar el tamaño de la formación, es decir, un sistema de riego adecuado hace toda la diferencia en esta etapa aquí también.
También hay árboles frutales que tienen período hibernal, como duraznos, manzanas entre otros, que se llaman frutos de clima templado. En esta fase, el consumo de agua por las raíces es mayor y luego comienza la formación de los frutos.
Fase post-cosecha
La fase de cosecha también es una fase que requiere atención y también es un período donde las hojas deben permanecer activas, es decir, no puede haber deficiencia de agua o nutrientes. Este es un tiempo de regeneración y preparación para la próxima cosecha, por lo que es un período que requiere cuidados, ya que la producción de la próxima cosecha dependerá de las reservas producidas después de la cosecha.
Con esto concluimos que:
La fruticultura es una práctica que siempre debe ir de la mano con el riego. Entre los sistemas más recomendados para este tipo de cultivo se encuentran: Riego por aspersión, goteo y riego localizado (para saber más sobre los diferentes sistemas accede a la materia "Riego y mantenimiento: práctica necesaria para aquellos que quieren lo mejor").
Además del riego, siempre es bueno estar alerta también con otros puntos de mantenimiento que pueden perjudicar la salud de tu huerto, como plagas, cobertura entre otros.
Véase también:
Riego y mantenimiento: práctica necesaria para aquellos que quieren lo mejor
¡Aprende cómo se unen el paisajismo y el riego y cómo actuar en ambos ámbitos con Samuel Pádua!
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