Cómo regar los invernaderos con gran precisión
Autor: André Guilherme Rego - Data: 14/07/2025
El riego de invernaderos requiere mucho más que simplemente suministrar agua a las plantas. Es un proceso que implica precisión, detección y control riguroso, principalmente porque el entorno protegido altera la dinámica de la evaporación, la radiación solar, la temperatura y la humedad relativa. En este contexto, el riego de alta precisión resulta esencial para optimizar el uso del agua, garantizar un desarrollo uniforme de los cultivos y evitar problemas como las enfermedades fúngicas, el estrés hídrico o el exceso de humedad en el suelo.
A continuación encontrará una guía práctica y técnica sobre cómo regar los invernaderos de forma eficiente, basada en las tecnologías actuales y las buenas prácticas de gestión.
¿Por qué el riego de invernaderos requiere tanta precisión?
A diferencia de los cultivos al aire libre, en los invernaderos las condiciones climáticas están parcial o totalmente controladas. Esto altera considerablemente la tasa de evapotranspiración de las plantas, es decir, la cantidad de agua que realmente pierden y necesitan reponer. Además, el drenaje suele ser más limitado y el entorno cerrado favorece la acumulación de humedad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades si la gestión del agua es inadecuada.
Por lo tanto, el principal reto consiste en suministrar exactamente la cantidad adecuada de agua, en el momento exacto y en el lugar exacto, lo que define el riego de alta precisión.
Principales sistemas utilizados en los invernaderos
Goteo
El más común y eficaz para invernaderos, el sistema de goteo permite el riego localizado directamente en la raíz. Es ideal para cultivos como tomates, guindillas, fresas y hortalizas en general.
Ventajas:
Reducción de la humedad foliarAhorro de agua y fertilizantesBajo riesgo de enfermedades
Microaspersor
Se utiliza principalmente para regar las plántulas o cuando se desea aumentar la humedad relativa del aire. También es eficaz para cultivar en bancales.
Cuidados:
Evitar mojar hojas y flores sensiblesRequiere una filtración rigurosa para evitar atascos
Nebulización y niebla
Se utiliza para el control climático (enfriamiento por evaporación) o el riego ligero en las primeras fases. Se aplica con alto control mediante temporizadores o sensores.
Tecnologías de precisión para el riego de invernaderos
Sensores de humedad del suelo
Instalados a nivel de las raíces, permiten saber exactamente cuándo regar. Los modelos más avanzados se integran con programadores automáticos.
Estación climática interior
Mide la temperatura, la humedad relativa y la radiación en el interior del invernadero, lo que permite ajustar con precisión la tasa de riego.
Controladores inteligentes
Automatiza el riego en función de los datos de los sensores, el tiempo o la programación por fases del cultivo. Muchos modelos se conectan por Wi-Fi o radio y pueden gestionarse mediante smartphone.
Sistemas automatizados de fertirrigación
Permiten inyectar fertilizantes con gran precisión en el agua de riego, optimizando la absorción y evitando pérdidas.
Buenas prácticas de gestión
Para garantizar un riego eficaz en los invernaderos, es fundamental adoptar buenas prácticas de gestión que tengan en cuenta tanto las características de la estructura como las necesidades de los cultivos. Una de las estrategias fundamentales es dividir el invernadero en sectores con necesidades de riego similares, lo que facilita el control del agua y evita el despilfarro. Además, es fundamental calcular la dosis de riego en función de la evapotranspiración real (ETc), ajustando el aporte de agua en función de las fases fenológicas del cultivo.

Se recomienda encarecidamente el uso de sustratos con una buena retención de agua y un drenaje adecuado, sobre todo cuando se cultiva en macetas, bancos o comederos. Esto permite controlar mejor la humedad alrededor de las raíces, favoreciendo el desarrollo de la planta. Otro punto crítico es el momento del riego: evite regar al final del día, ya que esto aumenta la humedad por la noche, incrementando el riesgo de enfermedades fúngicas como el oídio y la botritis.
También es importante realizar periódicamente pruebas de uniformidad de la aplicación para asegurarse de que todos los emisores funcionan correctamente y distribuyen el agua de manera uniforme. Por último, una práctica a menudo olvidada pero fundamental es analizar periódicamente el agua utilizada, especialmente en sistemas con recirculación o captación alternativa, para controlar la presencia de sales, patógenos o partículas que puedan comprometer el rendimiento del sistema.
Ejemplo práctico - Tomates en invernadero con goteo y sensores
Un buen ejemplo de la aplicación práctica del riego de precisión en invernaderos procede de un cultivador de tomates del interior de São Paulo. Instaló sensores de humedad del suelo a 10 y 20 cm de profundidad, integrados en un sistema de riego automatizado. El controlador se programó para activar el riego sólo cuando la humedad cayera por debajo del 60% de la capacidad de campo, es decir, en el límite ideal de absorción sin causar estrés hídrico.
Con esta gestión más técnica y eficiente, el productor consiguió resultados significativos: una reducción del 35% en el consumo de agua, una reducción significativa de los casos de mildiu y podredumbre (enfermedades asociadas al exceso de humedad) y, como resultado, un aumento de más del 20% en la productividad por planta. Este caso demuestra cómo el uso de tecnologías sencillas, bien calibradas y aplicadas, puede reportar grandes beneficios económicos y medioambientales.
Errores comunes que hay que evitar
Incluso teniendo acceso a la tecnología, sigue siendo frecuente observar errores de gestión que ponen en peligro el rendimiento del riego en invernadero. Uno de los más comunes es utilizar el mismo volumen de agua todos los días, sin tener en cuenta las variaciones climáticas y la demanda real del cultivo. Esto lleva tanto a infradimensionar como a sobredimensionar el riego.
Otro error es mojar las hojas de cultivos sensibles como fresas, lechugas o hierbas aromáticas, lo que favorece la aparición de enfermedades fúngicas. Ignorar el drenaje o mantener los sustratos empapados también es un problema frecuente, que puede provocar la asfixia de las raíces y la pérdida de vigor de las plantas.
Además, muchos cultivadores no calibran los sensores o controladores tras la instalación, lo que pone en peligro la precisión del sistema automatizado. Por último, es frecuente subestimar la importancia del filtrado, sobre todo en los sistemas de microaspersión o nebulización, donde las partículas en suspensión pueden obstruir fácilmente los emisores y comprometer la uniformidad del riego.
Fuentes:
Riego en invernaderos: cómo garantizar un crecimiento sano de las plantas
Riego en invernaderos: 7 consejos para optimizar los resultados
Técnicas de riego en cultivos protegidos
Véase también:
Cómo evitar la compactación del suelo en el campo agrícola
Cómo limpiar los goteros y evitar que se obstruyan
Inteligencia artificial en la agricultura: un aliado estratégico en la protección de cultivos
Riego nocturno: eficiencia hídrica y económica para los productores rurales

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